Día a día, en la vida cotideana, puedo notar el egoismo de nuestra sociedad. Hace unos días, salí a caminar por las calles de mi ciudad, y vi con mis propios ojos, todo nuestro egoismo. Aproximadamente a la 1 de la madrugada, por una calle muy oscura, vi caminando a una persona, en soledad, llevaba ropa deportiva, cara de preocupación, y gestos de verguenza. Pude sentir como esta persona estaba sintiendose excluida entre nosotros, y solo por " tener algúnos kilos de mas ", si, era una persona que sufre de obesidad.
La obesidad, a grandes rasgos, es una enfermedad en la que las reservas naturales de energia se incrementan hasta un punto donde genera dificultades en la salud, o sea, genera mortalidad. Yo me pregunto, ¿ Es solo eso la obesidad ?, y me respondo, seguramente no, una persona que la sufre, tiene que lidiar todos los días con la hipertensión, la diabetes quizas, los problemas hosteomusculares, etc, y a demás contra millones y millones de personas que tienen parametros de belleza en su cabeza impuestos por una moda en la que el más lindo es el que tiene el fisico que muestran las revistas, la ropa de última generación, el auto más caro o la casa mas grande. ¿ Imaginan ustedes los miedos y las inseguridades que todos estos parametros falsos generan en una persona que no cumple con estos requisitos ?, miedos que traban, que ponen pausas, que quitan ganas, que frenan desarrollos, que matan vidas, todo esto, es lo que nosotros le damos a esa persona que no cumple con nuestros requisitos estúpidos y egocentricos. ¿ Nos detuvimos a pensar que necesita realmente esta persona de nosotros ?, Nunca, porque nunca escuchamos lo que piensa, lo que siente, nunca le dimos la oportunidad de ser ante nosotros, solamente nos quedamos en que no es lo que genera ese placer trucho a nuestro cerebro, que entra por nuestros ojos y destruye nuestro corazón.
Entonces esta persona solo siente ganas de salir a la calle y disfrutar de sus actividades, a parte de ejercitar para recuperarse, cuando los ojos del mal no están presentes, estan descansando para clavar la mirada egoista nuevamente en quien les de la oportunidad al día siguiente. Esos ojos que tienen un dueño que encontró en su mente ese deseo de ser el mejor ante todos, solo aparentando algo que no es, por su miedo al rechazo, que le promueve a esclavizar con sus palabras prejuiciosas a todo aquel que sea distinto. Ayúdemos a recuperarse al obeso y a lavar su mente al egoista, seamos responsables de querer mejorar nosotros asociandonos hacia el respeto, la unión y la pasión por la liberación, compartamos esas buenas ideas y genermos buenos actos, dejemonos llevar por lo que sentimos y busquemos en nuestro interior lo que realmente somos y queremos, aceptemos al otro, así nadie se siente excluido y nadie siente miedo a ser rechazado.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario